El tomillo es una hierba aromática que se utiliza en la cocina y en la medicina natural. Es una buena fuente de hierro, esencial para el transporte de oxígeno y la formación de glóbulos rojos en la sangre. También aporta vitamina K, necesaria para la producción de proteínas que desempeñan un papel en la coagulación de la sangre.
El aceite de tomillo se utiliza como bactericida en enjuagues bucales y linimentos. También se aplica en el cuero cabelludo para tratar la calvicie y en las orejas para combatir infecciones bacterianas y micóticas. Las hojas y flores de tomillo se usan para eliminar o tratar distintas afecciones. Limpia las vías respiratorias, por lo que sus infusiones alivian los resfriados y el dolor de garganta. Combate problemas digestivos como gases o indigestión. El tomillo sirve y se toma por vía oral para tratar dolencias como la bronquitis, la tos ferina, el dolor de garganta, el cólico, la artritis, el malestar estomacal, el dolor de estómago, la gastritis, la diarrea, la enuresis nocturna, un trastorno del movimiento en los niños o dispraxia, los gases intestinales y flatulencia.